Leo Messi: El G.O.A.T.
Sports

Leo Messi: El G.O.A.T.

La historia por Gemma Soler / La fotografía por Carles Carabí

En su única visita oficial como presidente de Estados Unidos a Argentina, Barack Obama lamentó que, si bien había podido conocer a los máximos mandatarios del país o al Papa Francisco, no había logrado tener un encuentro con un argentino que le fascina y a quien sus hijas idolatran: Leo Messi.

No todos son tan ilustres como Obama, pero los seguidores de Messi se cuentan por millones en todo el mundo. Una mezcla de gran talento, esfuerzo, superación y formarse como futbolista en el lugar adecuado y en el momento adecuado han convertido a Leo Messi en el G.O.A.T. (Greatest Of All Time). Aunque los críticos (y por supuesto los aficionados de Pelé, Maradona o Cristiano Ronaldo) le han cuestionado la corona, es difícil superar su lista de logros. Hasta la fecha, Messi ha levantado 32 títulos con el Barça – incluidas 9 Ligas y 4 Champions League. Con la selección Argentina ganó el Oro olímpico en Pekín y el Mundial sub20. A nivel individual cinco Balones de oro, cinco botas de oro o el Guinness World Record por más goles oficiales anotados en un año natural. Es también el máximo goleador histórico de La Liga y una lista sinfín de récords que no caben en ésta página y que no cesa de ampliar.

Y en el medio de estos logros y adoración, Messi siempre ha sido humilde. "No me considero el mejor, creo que soy un futbolista más," dice. "En la cancha al final somos todos iguales cuando comienzan los partidos."

Chaqueta por Adidas

Lionel Andrés Messi Cuccittini nació un 24 de junio de 1987 en Rosario, Argentina, una ciudad de poco más de un millón de habitantes situada a 180 millas al noreste de Buenos Aires. Messi y el Che Guevara son los ciudadanos más ilustres de la ciudad.


Read the cover story in English here

Como casi todos los niños del país, Messi empezó a andar con una pelota pegada a sus pies. Las calles sin asfaltar de su barrio fueron su primera cancha y las paredes del vecindario sus primeras porterías. El lugar es ahora un punto de peregrinaje para los fanáticos del 10. Su abuela Celia le acompañaba de la mano a sus primeros partidos y cada vez que mete un gol él mira arriba y señala con el dedo índice hacia arriba dedicándoselo a su abuela que falleció en 1998.

Su talento por el futbol era inversamente proporcional a su estatura. Messi sufría un problema de crecimiento: tenía la hormona dormida, y el tratamiento de ésta condición era demasiado costoso para la familia. Pero como el don futbolístico del chiquito era ya muy evidente, su padre Jorge fue en busca de un club de futbol que fichara a su hijo y se hiciera cargo del tratamiento. No tuvo fortuna en los equipos de su país que intentó Newell's Old Boys y River Plate que rechazaron hacerse cargo de los $1,000 mensuales que costaba el tratamiento. El Barcelona tuvo noticias de ese chico que hacia maravillas con el balón y fue el único club que acordó financiar el costoso procedimiento médico que necesitaba.


Sobre los Argentinos: "Cuando queremos algo tratamos de hacer lo posible por lograrlo."

Messi llegó con trece años a Barcelona y desde el primer día se sintió a gusto: "Recuerdo que cuando llegamos acá nos dimos cuenta de que la barrera cultural no era tanta. Barcelona es una ciudad que acoge muy bien a la gente de afuera, acostumbrada a recibir miles y miles de visitantes."

Sus circunstancias no fueron las de un chico normal y cumplir su sueño no estuvo exento de sacrificio. Su familia tuvo que dividirse entre Argentina y Catalunya, su fichaje requirió de mucha burocracia y estuvo meses entrenando sin poder competir.

La prueba para ingresar en el Barcelona era una experiencia que le causó muchos nervios; como después contaría en el El Periódico de Catalunya. Para el Barça era una apuesta arriesgada: un chico demasiado joven y demasiado bajito. También tropezó con algún entrenador poco visionario: "Un técnico les decía a los chicos: éste que viene de fuera no se puede quedar aquí, hay que cagarlo a patadas," recordaba Messi sonriente en una entrevista al canal argentino TyC Sports en 2005.

Pero la gran mayoría supo ver su potencial y en 2001, Messi fue aceptado en La Masía, la escuela de futbolistas del FC Barcelona. Ahí coincidió con un grupo de talentosos aspirantes que se formaron juntos para ser mejores futbolistas. Leo era un chico tímido que los primeros días se quedaba sólo sin hablar con nadie en un rincón. "Creíamos que era mudo" le contó Cesc Fábregas a Lu Martín, EL PAÍS, "era extremadamente bajito" recuerda Gerard Piqué en la película Messi de Álex de la Iglesia. Pero no le costó ganárselos cuando vieron su pericia tras el balón

Messi debutó con el primer equipo del Barça en 2004, sólo cuatro años después de su llegada a Barcelona y el joven futbolista rápidamente se puso en el bolsillo a Ronaldinho y el resto de los pesos pesados del vestidor. Dos años más tarde el Camp Nou ya coreaba su nombre tras deslumbrar a todos en un amistoso de pretemporada. En 2009 ya era el absoluto rey e impulsó a su equipo a ser el único de la historia que ha conseguido ganar los seis títulos posibles en un mismo año: Copa, Liga, Champions, Mundial de Clubes y las Supercopas de España y Europa. Casi una década después sigue cosechando éxitos. En 2018 ha impulsado a su equipo a volver a ganar un doblete (Liga y Copa) y lleva nueve temporadas consiguiendo más de 40 goles por campaña. Un nuevo récord para el 10.

Pero para Messi siempre hay retos o logros para superar: "Cada día lo tomo como un reto. Siempre trato de superarme. Siempre fui así." Un reto que seguramente está en su radar es ganar un Mundial, sin duda su gran asignatura pendiente. Lo tuvo muy cerca en 2014 en el Mundial de Brasil cuando su equipo enfrentaba Alemania en la final del campeonato. Fue una perdida desgarradora, Alemania derrotó a Messi y sus compañeros argentinos 1-0 en la prórroga. Ahora, con Messi volviendo a jugar en el Mundial éste mes en Rusia, él y su equipo tienen otra oportunidad para ganar el campeonato. "Será importante trabajar bien en la preparación porque en las Eliminatorias estuvimos luchando hasta el final y tampoco tuvimos demasiado tiempo para prepararnos," dice Messi. Sobre la mentalidad que él y su compañeros tienen en el rumbo al torneo añade: "tenemos todavía que hacernos más fuertes como equipo para ser candidatos y poder estar al nivel de otras selecciones como Francia, Alemania, Brasil o España. Pero tenemos un buen grupo de jugadores y la selección Argentina es candidata siempre, da igual como llegue, siempre aspiramos a lo máximo y buscaremos ir poco a poco pero firmes para conseguir ir avanzando en el torneo."

Independiente de cómo él y sus compañeros jueguen en Rusia, su legado pasado, actual y futuro es un hecho. No solo tiene una influencia tremenda en el campo sino que también el "Efecto Messi" que se genera en los rivales, sus compañeros e incluso en el mismo público. Un ejemplo de ésta temporada es el partido de Liga contra el Sevilla CF. Messi saltó a la cancha en el minuto 58 renqueante, arrastrando unas molestias físicas. En media hora consiguió que su equipo lograra empatar en uno de los campos más difíciles de la Liga. No sólo a través de su juego: a sus compañeros les dio un subidón de energía al verle entrar en el campo, el rival se hizo pequeño como si hubieran visto a un fantasma y el estadio, con una de las aficiones más bravas, se atemorizó: el mejor del mundo salta al césped, y puede pasar cualquier cosa.

El Efecto Messi también parece trasladarse a ciertos animales. Cuando Messi llega a nuestra sesión de fotos y ve las cabras en el set de rodaje, interactúa con simpatía con los animales, se ríe y se divierte con uno de los cabritos. Ambos posan como auténticos modelos profesionales para la foto. El futbolista mira a cámara con una mirada confiada, un punto desafiante. La sesión va como un tiro. "Soy un enamorado de los animales. He crecido con ellos y me han enseñado muchas cosas. Ahora tenemos a nuestro perro Hulk que realmente es uno más de la familia, siempre lo sumamos. Nuestros hijos aprenden muchísimo de Hulk: las muestras de amor de los chicos a él y de él hacia los chicos son constantes."

Mientras se prepara para enfundarse de nuevo las rayas azules y blancas de la elástica albiceleste, está claro que si bien ha vivido ya más años de su vida en Europa que en Sudamérica, Messi habla, piensa y respira en argentino. "Tuve que dejar la Argentina cuando era muy chiquito y extraño muchísimas cosas," dice. "Vuelvo siempre que puedo a cargar las pilas junto a mi gente y algún día espero que se dé que pueda volver a vivir allí. Hay veces que notás que las cosas buenas de tu país son las que más te alegran y, las malas, las que más de duelen."

Messi menciona ciertas características propias de los argentinos que cree que seguirán consigo mismo para siempre, como su "alto nivel de determinación." El 10 asegura "cuando queremos algo tratamos de hacer lo posible por lograrlo," y "en eso, que quizá en mí casi es una mezcla de ambición y empeño, creo que puedo decir que siempre lo llevé y lo llevaré conmigo."

Argentino hasta la médula, en sus viajes de competición siempre va acompañado del mate, la infusión de hierba que es casi religión en Sudamérica.

Una parte importante a su conexión a su país nativo y pueblo es su esposa Antonela, que es su novia de toda la vida y la prima de un amigo. Son padres de tres hijos Thiago, Mateo y Ciro, nacido el pasado mes de marzo. Tienen una vida discreta y muy familiar "somos una familia muy normal en todos los sentidos," dice Messi. Cuando tiene tiempo libre, le gusta pasarlo con su familia, dice. Uno de sus pasatiempos favoritos para relajarse son "los videojuegos," y dice que "con Thiago encontré un duro rival y una manera de recuperar un 'hobby' que tenía olvidado."

Leo Messi es conocido por su faceta solidaria. Una visita a un hospital infantil con niños enfermos de cáncer le marcó especialmente, ahí decidió crear su propia organización: la Fundación Leo Messi, donde centra sus esfuerzos en ayudar a los niños que más lo necesitan. También es embajador de la buena voluntad de UNICEF: "Ayudar a los que más lo necesitan es una buena manera de devolver a la sociedad aquello que recibí," dice. "Estoy muy orgulloso de ser Embajador de Buena Voluntad de UNICEF y de colaborar con otros proyectos en los que puedo poner mi granito de arena para que vivamos en un mundo mejor para todos".

A sus 30 años, Leo Messi ha cumplido muchos sueños. Desde chiquito sabía que quería jugar con la selección de su país. Hoy es capitán de una Albiceleste a la que ha llevado a tres finales en tres años (el Mundial de 2014, la Copa de 2015 y la Copa América Centenario en 2016). Tres finales perdidas. Tres sueños que acariciaban con los dedos de la mano y que se esfumaron. Éstas derrotas han hecho que los jugadores hayan sido el blanco de despiadadas críticas en su país. "Parece que llegar a tres finales no sirve de nada," contaba recientemente resignado en el programa La Cornisa del canal argentino America TV. No es fácil ser el número 1 de un deporte que es pura pasión.

NEMEZIZ MESSI 18.1 FG botas de fútbol por Adidas

Pero es improbable que esas derrotas estorben la ambición de Messi o le molesten durante su preparación para los Mundiales en Rusia. "Lo que más nos define es que los argentinos hemos sido siempre capaces de sobreponernos a las dificultades que surgieron," dice Messi. "Tenemos la capacidad de juntarnos todos y empujar juntos para salir de los momentos difíciles, y eso es algo que valoro también mucho de nuestro pueblo."

Añade: "Con el paso de los años también comprendí que no es bueno si dejás que tu deseo se convierta en una obsesión, porque la presión aumenta y las posibilidades de hacerlo realidad normalmente disminuyen."

PAPER trabajo en colaboración con La Granja Natura, una finca y centro educativo en Barcelona, en el set de rodaje. Veterinarios estaban presente para asegurar el bien tratamiento de las cabras y verificar que eran saludables y no sufrían ningún daño.

Production by Josh Connell, Jack Dempsey, Max McLaren and Penny Pijnenburg
Styling by Sol Indurain
Makeup by Patricia Abril
Digital operator: Pedro Beraldo
Photography Assistants: Inigo Castezubi and Michele Casagrande
Video footage by James Frei and Javier Loiza
Animal handler: Carles Vila